mayo 13, 2008

Mitomanía

Un parásito monstruoso
De un mal retorcido vicio
Fue ocultado ante el indicio
De un oráculo infructuoso.

Desde las tinieblas viene
El horripilante Helminto,
Y un anochecer distinto
La fatal ciudad sostiene.

Carroñeros del suplicio
Con cruel hábito morboso
Divulgaron el reposo
De un abominable oficio.

Testimonios de lo extinto
Inicial poder retiene,
Entre mitos se mantiene
Del horror un laberinto.

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