mayo 13, 2008

Andén 33

Son las 3:00 a.m. en la estación nocturna
Y el pasillo 33 se torna espeluznante,
El vacío ondulante de la niebla sombría
Agobia el temor ante la soledad invidente.

Llevo aun en la mano aquel cigarro
Que consumió ausente el pánico errante,
Mientras apenas leer intentaba
El diario pasado ya prontamente.

Siento el estático viento perderse
En tiempos que pasan, que van de repente,
Y cientas pisadas de extraños viajeros
Imprimen las huellas de un eco distante.

Justo ante mí, arribaba el vagón solitario,
Y un vital orbital espectro caminante
Avizoraba campante la ansiada partida
A un mundo de mundos de inciertos constantes.

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