marzo 25, 2008

Irónicos

La ironía que ocultan tus engaños
Mal reprochan la discordia buena,
Comprometen la venganza ajena
En exorbitantes pleitos y daños.

Advertidas condolencias de cartón
Entre pasos se vuelven destructivas,
Desorientan por ciudades tan esquivas
Recorriendo hasta el último eslabón.

Criminales avalanchas de camino
Forman predestinadas mortandades,
Tejen desolaciones desde el Hades
Hilvanando cual Cloto aquel destino.

Consorcios remotos de estruendos pasivos
Inmunizaron efectos de poder absoluto,
Cuna de escorpiones del desierto disoluto,
Antídotos recios de usuales distintivos.

Letanías

Éste fúnebre placer
En armonía hurga
La existencia que purga
Por su ansiado perecer.

Y el llanto en melodía
Acompasa aquel laúd
Del preterido ataúd
Cantando su agonía.

La infausta lejanía
De fatal similitud
Fomentado en amplitud
Invocó su letanía.

El sinuoso menester
Que la muerte divulga,
La humanidad comulga
Con el cuerpo de aquel ser.

Alucinación

El sentido repugnante
De un cruel invocado signo,
Fue el espectro fidedigno
En su estertor delirante.

El sopor paralizante
De enigmáticas señales,
Fueron ánimas cruciales
Que soplaron tan distante.

El reflejo espeluznante
De un entendimiento indigno,
Fue el espíritu maligno
En su trayecto rutilante.

Canción Anónima de un Poeta Muerto

Por la ausencia de mis días
Desde un póstumo lugar
Supe siempre conjugar
Con mis penas y alegrías.

Desde un cielo abigarrado
Fueron muy esclarecidos
Mis tonos ennegrecidos
De un fulgor tan enterrado.

He sentido comulgar
En fúnebres melodías
Mil constantes mejorías
Que en vida pude divulgar.

Y entre abstractos fenecidos
Puedo sentirme aliviado
Sin tener nunca olvidado
Mis cantos encarnecidos.

Psicosis Vengadora

Un tétrico caso encierra
La historia de un cruel victimario
Que posesionado cual fiera
Un grave dolor desata;
¡Mas por vocación no mata!
Sólo transita un poder secundario.

Sólo le satisface
Sólo gente sin nombre
De insufrimiento notable,
De antilamento extendido,
Mas nos hicieren sentir condenados.

A esos grises adversarios,
A esos él los devora,
Con cruda fascinación
Desata su dura carga;
Y encuentra su mal algún remedio

Solamente complace
Sólo ciervos del hombre,
De condición deleznable,
De prohibición comedido,
Mas no sintieranse enajenados.

A estos nobles voluntarios,
A estos él los condecora,
Liberado en presunción
Su tranquilidad aletarga,
Dopando el provocativo asedio.

Flagelación

Los inciertos nos devoran
Cuantas culpas se desatan,
La noción nos arrebatan;
Nuestros goces aminoran.

Las intrigas nos deshacen
Cuando la verdad incorpora,
La desgracia corrobora;
Los instintos muertos yacen.

Ciertamente cuando lloran
Estas lágrimas que matan,
Tristemente nos delatan;
Nuestras penas condecoran.

Drásticas vidas nos placen
En el santuario que implora,
Ante flagelos se ignora;
Sin regocijo renacen.

marzo 18, 2008

Demencial Anhelo de un Suicida Frustrado

Cuando una señal proyectada
Agrede mi tensa percepción,
Confirmo presencia encarnada
De súbita autoeliminación.

Mas no concretando el final
De tan execrable decisión,
Cometeré sin más excepción
Un delito brutal criminal,

Cruel derriza fundamental
De un sector plus ponderado,
Para así ser condenado
En perpetua inyección letal.

marzo 17, 2008

Inevitable

En la muerte he tenido tantas vidas
Y tantas veces por la vida he muerto,
Habitando el inefable desierto
Donde llevas nuestras almas redimidas.

El enigma fecundado en la tierra
Sólo intenta desnudar tu aparición,
Cual misterio de inusual definición
Del claro mensaje final que encierra.

No comprendo la absurda creencia
De éste mundo de fuerza inestable,
De seres que luchan con ciencia
Queriendo evitar lo inevitable.

Crimen y Castigo

Sin piedad lo fulminó,
Y en jadeante escalofrío
Vio el futuro más sombrío
Que su vida iluminó.

La venganza originó
Su propósito baldío,
Fue el idéntico vació
Que jamás imaginó.

La ira vaticinó
Su macabro desafío,
Fue el repulso más hastío
Que la muerte encaminó.

marzo 10, 2008

Perpetuo

Soportando aquel encierro
Pude recobrar la vida,
La venganza envejecida
Redimió afilando el hierro.

El propósito instintivo
De conciencia acaecida
Fue el pronóstico homicida,
Depredante y destructivo.

Su sedienta cacería,

Sangrienta y encarnecida,
En piedad desvanecida
Perpetró su cruel difteria.