agosto 13, 2008

Muertos Poemas

Déjenme cargar mis muertos poemas
Sin que la luz del bien mi cuerpo irradie,
Cuánta vitalidad siento por nadie
Y amor encarnado en sus grises eczemas.

No quiero pensar que el mundo me odie
Por rimar mis hegelianos fonemas,
Me abstengo recibir sus anatemas
Aunque la gente que muere me envidie.

Solamente entenderán mis dilemas
Quien a Baudelaire o Bataille estudie,
No voy a negar, comparto sus lemas.

Soy un humano entre santos problemas
Que intenta en vida, la muerte preludie
Cantando herejías de ígneos emblemas.

Introspectiva Rathzista

Plasmo dolores con tal hendidura
De un nominado deceso proscrito,
Voy divulgando mi voz en lo escrito
Aunque refuten mi aciaga lectura.

Suelo hablar de la muerte sin premura
Y no tengo tic de escritor maldito,
Ni sabio, tampoco soy erudito;
Sólo empirismos marcan mi cordura.

Puedo explicarte el temor con un grito
Representado en letal partitura
Sin que pretenda juzgar el delito.

La fatalidad siembra una abertura
En el crudo jardín del infinito;
La vida muere, el dolor perdura.

Genetliaco

En el principio Dios creó la muerte
Y así fecundó todo lo orgánico,
El hombre se aminoró ante el pánico
Aferrado al ser que el dolor convierte.

El ciclo vital pudo contenerte
Siendo el final proceso lacónico,
Eres al enfermo el bien platónico;
y el soplo de vida suele conmoverte.

Sin destino va el horario crónico
tratando muchas veces detenerte
Por un nominal acceso clínico.

Y el mismo reto recorre la suerte
Cuando lo embiste el instante irónico
Hacia el abismo de tu sombra inerte.

agosto 02, 2008

Enquiridión

Desgarra mi cuerpo si te complace
Y no llegarás al núcleo infestado,
No corrobores tu enojo engestado;
¡Mi verso, de las cenizas renace!

Por universos imperfectos crece
Un lamento de acento desgastado,
Un sinónimo sin tiempo interpretado
Que la vida en su discurso me ofrece.

Penas avanzan sin que el turno empiece
Y la ausencia usa el verbo ilimitado
Por espacios que el silencio adolece.

Así obtengo el valor representado;
El dolor por tradición permanece
En la humana postura de su estado.

Etiología

¿Qué es el dolor y su naturaleza?
¿Será acaso inefable aquel ícono?
Siente igual un impío que un diácono,
Pues vida que nace, dolor que empieza.

¿Que nadie escribió con esta destreza?
Con dolor se ha desatado el éxodo
Identificando por el método
La ansiedad de esta tónica tristeza.

El dolor no es en el alma pobreza,
Es la ausencia de una luz y abandono;
Tez que la razón humana atraviesa.

Son sentimientos, vital electrodo
De santa y perversa delicadeza;
Es en el cuerpo de la nada un todo.

Efecto Predilecto

Dolores y llantos incontrolables
Germinan entre obscuridades vidas,
Van arrastrando fibras sostenidas
Por mil destinos inimaginables.

Temores y espantos tan lamentables
Inducen la estancia en horas ceñidas,
Retoman desesperanzas prohibidas
Por laberintos de instintos mortales.

La lluvia de efectos insoportables
Son irrogaciones que en mente anidas,
Son itinerarios mal confortables.

El dolor final nos provoca heridas;
Si estas congojas fueren deleznables,
Tus penas sean siempre bienvenidas.

Intencionalismo

Cuando el agravio sus miedos desnuda,
El fatalismo y sus atrocidades
Destruir pueden reinos y ciudades
Con sufrimientos que aloja y escuda.

Cuando el siniestro recorre la duda,
La maldición y sus perversidades
Nutren el débito de mortandades
Si retorcer la amenaza más cruda.

Aunque el criterio sus voces eluda,
Porta consigo sus hostilidades
Por curtimientos de tristeza aguda.

Remordimiento y tales cualidades
Redimen el margen letal de autoayuda
Por un camino entre debilidades.

Dr. Mortem

Aunque te cante con irreverencia
Mis manos por ti son libres y esclavas,
Mi sangre teñida en sutiles lavas
manchan mis versos con luminiscencia.

En la diestra de tu gris apariencia
Dejé de existir cuando muerto estabas,
Y aunque tu aspecto fatal ocultabas
Siniestra es la tinta de mi conciencia.

Hoy persigo tu voz por la eminencia
Ante esta vida que en silencio agravas
Con esa singular inadvertencia.

Funesto guardián que el respiro acabas,
No detengas tu ansiada penitencia;
La ciencia no he de ponerte trabas.

Cofradía

La divinidad de este mundo oculto
Se opone a la aberrante luz del día,
La noche y mi ser forman cofradía
En esta práctica de abierto culto.

La indigencia de credo ante el tumulto
Despertó mis falanges de osadía,
De estas manos que enlutan la alegría
Arguyendo una existencia de indulto.

El querer vivir más es un insulto
Al delirio de una corta estadía;
Cesa el latir del corazón adulto.

Y aunque proclamo tu soberanía,
Escribo estos versos y no resulto
Ser derrocado en tu cruel rebeldía.

Escozor

El tugurio de adversas exigencias
Recluye mi devastado cimiento,
Claustro de emociones sin sentimiento
Que carcome sus morales demencias.

Y el sopor de inusuales abstinencias
Ahogando un mar de arrepentimiento
Endulza el global envenenamiento;
Crápula de trillos y turbulencias.

Allá van mis obscuras penitencias
Con complicado desenvolvimiento,
Por las erupciones del sufrimiento
Que nutren mi dermis sin repelencias.