Pude oler tu piel y sexual fragancia
Cuando el viento aun no estaba a mi favor,
Vi tu cuerpo segregando mi sudor;
Pude oír tu gemido a la distancia.
Pude ver tu semiótica inocencia
Como el ciego que degusta algún sabor,
Redimías cuando hacíamos el amor
Desmembrando tu pasada experiencia.
Pude amarte y empaparte de lactancia
Aun con tus posturas de niña mayor
En la brecha de nuestra corta estancia.
Pude y no pude aun teniendo el valor
Evitar esta amante reverencia
Que en sana demencia me dio tu calor.
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