El sopor de mi piel ya ni te asombre
Pues siempre te incluyes queriendo saber;
En la estancia de tu riel anden Cauper
Mi límite horizontal tuvo nombre.
Redundaste mi glándula de Cowper
En tu vasta creación, siendo el hombre,
El tul cobertor que tu piel alfombre
En tus noches de ostentaciones súper.
Mi razón cruzó un cuadro de distemper
Por la ardiente pasión de una hecatombe
De tu sexo abrasador sin corromper.
Entre tus grutas se escondía un jumper
Y aquel salto virado hacia el derrumbe
Que mis ansias con dolor quiso romper.
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